Dennis
Kucinich, ex candidato presidencial del partido demócrata y representante
nacional de larga data del congreso de los EEUU, señala que la influencia
ejercida al presente por las corporaciones al interior del gobierno
norteamericano supera con creces lo que él ha visto en su larga carrera
política. A su vez, puntea que dicha influencia ha sido otorgada por dos
decisiones de la corte suprema norteamericana: 1) Buckley v Valeo y 2) Citizens
United v Federal Election Commission. Si bien la Constitución Política de
EEUU crea un sistema por el cual los poderes (el ejecutivo, judicial y
legislativo) trabajan de manera interdependiente y se sujetan a la habilidad de
verificar y contrarrestar el abuso del poder, éstas decisiones de la corte
suprema han permitido/legalizado que existan contribuciones extraordinarias[1] a
las campañas electorales de políticos aspirantes que actualmente son parte del
congreso nacional norteamericano, las que, ojo, ni siquiera deben ser
declaradas. Y en tanto los contribuidores de las campañas electorales son corporaciones
con fuertes intereses y con mucha influencia, entonces crean conflictos de interés
al interior del congreso de EEUU y se desequilibra la balanza del poder. Los
representantes políticos, una vez ejercen sus cargos, pagan el favor a sus
contribuidores y se convierten en sus portavoces y fieles defensores.
Actualmente, éste es el caso de la industria hidrocarburífera ligada a la
explotación gasífera. El discurso anual del actual presidente de EEUU indicando
que realizará todo lo posible para priorizar y permitir que los EEUU sea un
país energéticamente independiente y líder en la producción de gas natural, lo
comprueba. Y este país es ahora la punta de lanza del método de extracción de
gas denominado fracking, el cual está
cambiando el panorama hidrocarburífero a nivel mundial.
¿Qué es FRACKING?
El
método de extracción conocido como Fracturación Hidráulica (o FRACKING, como es
comúnmente denominada por su nombre en inglés) es una innovadora técnica de
extracción de gas natural de arcillas compactadas situadas a gran profundidad
que antes no se podían explotar
(usualmente conocidas como Depositos de Shale Gas [2]).
Dicha técnica de explotación gasífera fue desarrollada en los 80, en Texas, por
el Departamento de Energía de EEUU y la empresa de energía Mitchell Energy, con
fondos públicos. La técnica se divide en dos partes. Lo primero es perforar verticalmente
hasta las arcillas compactadas y luego perforar horizontalmente uno o dos
kilómetros. En segundo lugar, se inyectan millones de litros de agua,
lubricantes químicos y arena a presión para fracturar la roca y permitir que el
metano fluya hacia el pozo. Se trata de un coctel de 596 químicos[3], los que, al
igual que la fórmula de Coca-Cola, son totalmente desconocidos para el público.
Las empresas que los utilizan se reservan al derecho a esconder esta
información. Aun así, estudios independientes realizados por personas afectadas,
han identificado algunos de los químicos nocivos que se encontraron en
acuíferos o pozos de agua potable vecinos a los pozos gasíferos. Los análisis
químicos han dado a conocer que muchos de los 596 químicos utilizados son de
alta peligrosidad para el consumo humano (cancerígenos, provocación de
alteraciones hormonales y demás) y el entorno afectado.
El documental
Gas Land y Gas Land 2 del productor Josh Fox, hace un recorrido minucioso por las
localidades que han sido afectadas por la proliferación inmensurable de pozos
gasíferos en EEUU; de hecho, es puntualizado en Gas Land que Estados Unidos
nunca ha tenido una campaña de perforación tan agresiva como la actual. Casos
emblemáticos como la combustión de agua de grifo instantáneamente vienen a
colación. Dichos fenómenos se dan a consecuencia de la manera por la cual el
gas es extraído de los depósitos. Sucede que para el proceso de traslado del
gas a la superficie, muchos de los ductos de la perforación son aislados de la
tierra por cemento, al interior del cual el gas fluye hacia tanques receptores.
Debido a las altas presiones, un alto porcentaje de pozos presenta fallas
estructurales en el cemento aislante, haciendo que el brebaje de químicos y gas
natural se infiltre en la tierra en su recorrido a la superficie, muchas veces
liberando contenidos del proceso de extracción a las franjas de tierra que
contienen los acuíferos.
El tema recae
en que por falta de regulación y control adecuado, el descuido y la rapidez son
los nuevos estándares que rigen esta explotación. Las miles de perforaciones han
llevado a un porcentaje importante de pozos con fallas estructurales del
revestimiento que han contaminado y siguen contaminando importantes trechos de
tierra y acuíferos. Considerando que de toda el agua que contiene este mundo
sólo el 2% es bebible, hacemos notar la demencia con la cual se maneja este
recurso finito de la biosfera al exponerla a cada vez más medios de
contaminación.
Revistas como The Economist dan a conocer que China, país
con una necesidad energética importante, está intentando conseguir o
desarrollar una industria gasífera similar a la de EEUU. Pero dichos intentos
están rápidamente encontrando oposición por la ingente cantidad de agua que
requieren. China sufre de una crónica escasez del elemento hídrico, lo que
dificulta el propio abastecimiento de sus centros poblacionales. En este
contexto, una arremetida como el fracking podría empeorar la situación al
contaminar el agua al mezclarla con los químicos, siendo muy difícil recuperar
el ciclo hídrico normal.
Sobre la cooptación del sistema político de EEUU
La cooptación sistemática
de puestos relevantes dentro de las agencias federales, el congreso
norteamericano y la inherente decadencia de la normativa ambiental de EEUU han
significado incontables violaciones a la propiedad privada (derecho principal
del capitalismo), daños a la salud de comunidades enteras, contaminación de
acuíferos por la explotación de gas, la devastación de vida silvestre y
ecosistemas completos de manera irreparable por la naturaleza de los
contaminantes. Toda esta información irrefutable producida por científicos es
constantemente negada por los representantes políticos y dueños de las
corporaciones que son responsables de todos estos daños.
Es más, es muy
probable que si existen mayores libertades y concesiones a la explotación de
gas en la reserva Marcellus, muchos de
los acuíferos que se encuentran en la parte norte de la ciudad de Nueva York
serán contaminados por esa exquisita amalgama de químicos utilizados en el
proceso de Fracking. Actualmente existe una moratoria a la explotación de gas
en Nueva York, pero si esta cambia, sería un desastre de proporciones importantes
el que se causaría a las ciudades de Nueva York, Newark y más allá.
Agencias
federales como la EPA (acrónimos en ingles de la agencia federal de protección
al medioambiente), están siendo despojadas de su presupuesto y sus
competencias. Leyes como la ley de protección al agua, la ley de protección al
agua potable y la ley de protección al aire, entre otras, están siendo obviadas
por las empresas de perforación. ¿Cómo creen que esto se ha hecho posible? Bueno,
el señor Dick Cheney, ex vice-presidente del señor George W. Bush, se encargó
de todo esto en tanto era presidente Halliburton –empresa que lideriza la
producción de pozos de gas con el método de Fracking– antes de ser
vice-presidente. Dicho personaje utilizó su peso político para crear una ley
(Energy Bill de 2005) que permite que las empresas de perforación de gas obvien
el marco regulatorio que cuida la calidad del agua y aire dentro de los EEUU,
la cual es conocida como la “laguna jurídica Halliburton”.
Y para erradicar cualquier otro
impedimento para este método de extracción, el congreso de EEUU recientemente aprobó el proyecto de ley que cobra $ 5000 por protestar contra la perforación[4], con lo que la sociedad civil está prohibida de expresar cualquier
reclamo que devenga de esta actividad.
El cambio del escenario energético
Si bien uno de
los mayores argumentos populistas para permitir la consagración de este método
de extracción en EEUU fue el de producción americana para el pueblo americano, la
realidad aclara que la verdadera intención de las empresas que actualmente
llevan adelante esta revolución energética en los EEUU es aprovechar de las
necesidades y de los precios de mercados que ofrecen el continente asiático y
el europeo. En este aspecto, el millardo de gas cotiza en 16 dólares en Asia, 8
a 9 dólares en Europa y 2,5 dólares en EEUU. ¿A dónde creen que apuntan? Actualmente
se proyecta la construcción de más de una docena de instalaciones portuarias
donde liquidificarían el gas natural para su posterior exportación a los
mercados asiáticos y europeos.
Otro tema no
menos importante y que tiene que ver con la geopolítica y la lucha inter-imperial
es que GAZPROM, empresa emblemática Rusa que tiene el monopolio de venta de gas
al mercado europeo, está seriamente afectada por la inserción de nuevos actores
en la distribución de gas natural al continente europeo. El monopolio esta
precipitadamente cayendo gracias a la adquisición de la tecnología del Fracking
por empresas hidrocarburiferas noruegas, país con mayor afinidad a los
intereses y control imperial de EEUU.
¿Qué augura el futuro?
No esta demás
pensar que dichos descubrimientos están reconfigurando el escenario de
producción y distribución energética no sólo actual sino venidera. Es algo así
como esa expresión gringa “a game
changer” (algo que altera las leyes del juego de manera abrupta). De hecho,
la reserva de gas natural Marcellus,
que se encuentra en la parte norte de la cadena de montañas Apalachian en los
estados de Pennsylvania, Nueva York, Virginia del Oeste y Ohio, es la Arabia
Saudita del gas. Y esto sin contar que existen no menos de 3 locaciones con
potenciales similares a la reserva Marcellus.
La posibilidad real de que de acá a mediano plazo se pase de una
infraestructura de expendio de gasolina y diésel a una de gas en todo el mundo,
no es del todo ajena a la realidad.
¿Cuán “verde” es el gas natural?
No olvidemos
que ya existe una campaña importante comunicacional a nivel internacional
promoviendo los beneficios del gas natural. Personalidades como Fareed Zacharia
de CNN y muchos otros, ya están hablando de EEUU como un país que está
realizando recortes sustanciales en sus emisiones de CO2 gracias a la
incorporación del gas natural a su producción eléctrica (remplazando la
producción eléctrica por medio del quemado de carbón). En otras palabras, el
gas natural es visto como un hidrocarburo mucho más verde, menos contaminante,
otorgando una renovada faceta a la industria hidrocarburífera que tanta mala
publicidad ha recibido los últimos años por el Cambio Climático. En este
sentido, al parecer, esta supuesta viabilidad económica y su “menor” impacto
ambiental parecen ser una vía para que EEUU pueda tratar de limpiarse las manos
de los importantes cambios que debe realizar en cuanto sigue siendo el país que
mayores emisiones históricas y actuales de CO2 emite.
El tema es que todavía está en entredicho el aporte de la explotación
de gas natural en términos de Cambio Climático.Varias investigaciones alertan
que si bien no produce tanto CO2, sí aporta con pérdidas de metano. Científicos
advierten que existen pérdidas de hasta el 9% en pozos gasíferos,
hecho que exige datos más amplios sobre
el impacto ambiental de la industria del
gas en EEUU[5].
El dióxido
de carbono es el principal gas de efecto invernadero porque está presente en la
atmósfera en una cantidad 200 veces superior al metano. Pero un volumen similar
de metano atrapa 25 veces más calor, a menos que antes se queme, y entonces
entra en la atmósfera como CO₂[6].
Entre 2005 y
2010, mientras las emisiones de CO₂ disminuyeron en Estados Unidos, las de metano aumentaron. Según la EPA,
en 2010 el aumento fue equivalente en potencial de calentamiento planetario a
la emisión de unas 40 millones de toneladas de CO₂ al año, lo que representa el 10 % de la
reducción en las
emisiones de CO₂. Más de la
mitad de éste aumento procedía de la industria del gas natural: la principal
emisora de EEUU. Incluso algunos científicos, en especial Robert Howarth y sus
colaboradores de la Universidad Cornell, sostienen que las fugas de metano de
los pozos, los gasoductos, los compresores y los tanques de almacenamiento
determinan que el gas de arcillas sea en realidad peor para el clima que el
carbón. [7]
El Cambio
Climático es un problema que, de hecho, no se va a solucionar con el tipo de lógica
extractivista desmedida que caracteriza al método Fracking. Si consideramos que
la tendencia de los problemas medioambientales va en aumento, entonces es
importante considerar las investigaciones científicas que alertan respecto al
peligro de la fracturación hidraúlica en términos de cambio climático,
contaminación del agua y demás consecuencias negativas que de la misma vayan
surgiendo con el tiempo. Y es precisamente el tiempo el testigo de las
verdaderas consecuencias medioambientales de la lógica del desarrollo y el
progreso. En el año 1992, en la Cumbre de la Tierra realizada en Río de Janeiro, ante profundos cuestionamientos a las consecuencias de la tecnología y
el desarrollo, el Informe Brundtland le infunde nueva sangre al concepto de
desarrollo dándole el nombre de desarrollo sostenible, nueva categoría que permitiría, según el informe, relanzar el
crecimiento en todo el planeta, eliminar la pobreza, y hacer todo esto en un
modo sostenible en la medida en que las transformaciones tecnológicas
permitirían producir cada vez más con menos insumos materiales y energéticos. Esto
no sucedió, evidentemente, y el resultado fue todo lo contrario. 20 años
después, en Río+ 20, cada uno de los
problemas ambientales, sociales y económicos caracterizados en el informe Brundtland,
se había tornado mucho más severo[8]. A
pesar de ello, se ha elaborado un nuevo denominativo para el desarrollo,
economía verde, para insuflar renovadas fuerzas conceptuales a la idea de que
se puede crecer desmedidamente en un mundo limitado.
En este contexto, el método de extracción de gas denominado Fracking no
debe dejar de alertarnos.
Quien sabe estamos ante la última etapa del estilo de vida actual que se da el
“lujo” de no tener conciencia de las relaciones de la devastación ecológica y
social causada por la etapa hidrocarburífera y los hábitos de consumo
desmesurado de la humanidad.
[1]En
las elecciones de 2012 las industrias hidrocarburíferas contribuyeron 150
millones de dólares a los candidatos aspirantes.
[2]Dichos
depósitos son bolsones pequeños de gas que se encuentran de manera dispersa en
franjas profundas de la tierra. Obviamente por estar dispersas no son rentables
de ser explotadas mediante métodos de extracción convencionales.
[3] Entre los
químicos tenemos diferentes tipos de deslizantes, anticorrosivos, lubricantes y
un larguísimo etc.
[6] National
Geographic. Los pros y contras del
Fracking. 22/12/2013. http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/ng_magazine/reportajes/8125/los_pros_los_contras_del_fracking.html
[7]Ibíd.
[8] Lander,
Edgardo. La economía verde: el lobo se viste con piel de
cordero.
http://rio20.net/documentos/la-economia-verde-el-lobo-se-viste-con-piel-de-cordero/
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